viernes, 12 de julio de 2013

MAMA, ME PICA

Pasa todos los años, en los campamentos, las piscinas, compartiendo gorras, cepillos, pinzas del pelo, toallas y una larga lista de objetos donde nuestros amigos se embarcan para pasar las vacaciones montados en nuestras cabecitas y no es por mala higiene, como antigüamente se creía, pues los piojos eligen las cabezas más limpias y pueden infectar a cualquiera independientemente de su nivel social.
Os presento al protagonista de las vacaciones de verano: el pedículus humanus capitis, o comúnmente piojo.



Estos seres afectan sobre todo a colectivos donde se convive muy estrechamente como hogares, colegios, campamentos y guarderías y se transmiten por contacto directo de cabeza a cabeza.
Y es que son un tostón porque si son difíciles eliminarlos, más difícil es romper su ciclo vital, un círculo vicioso que como no lo cortes desde el principio, tienes a estos amiguitos contigo acompañándote de vacaciones a todos sitios.

¿Y cómo terminamos con ellos? Para ello es muy importante saber el ciclo vital del piojo. Los tratamientos son efectivos para terminar con el piojo adulto pero no con las liendres, por lo que si aplicamos el tratamiento mataremos a los piojos pero a la semana, las liendres que quedaron se vuelven a convertir en piojos y así sucesivamente...la pescadilla que se muerde la cola.

Así que el primer paso es matar a los piojos y sus crías con lo siguiente:
- Insecticidas, fundamentalmente la permetrina 2%
- Siliconas naturales
- Aceites esenciales como el aceite del árbol del té (fundamentalmente para evitar de nuevo el contagio).

Con la permetrina el tratamiento se alarga mucho ya que termina con los piojos pero no con las liendres y tendríamos que repetirlo a los tres días si aún existen liendres, con lo que el proceso se alarga ya que nunca se termina con ellas.

Lo más efectivo es la dimeticona, silicona que envuelve al piojo o liendre y lo asfixia, normalmente con una sola aplicación basta y elimina de una sola vez a toda la trupe.

Por último decir que últimamente está dando mucha caña el aceite del árbol del té, se dice que elimina los piojos y les impide volver, por lo que podemos también utilizarlo diariamente para prevenir la infestación de nuevo.

El segundo paso es eliminar los huevos o liendres y lo mejor es el vinagre blanco de vino o de manzana que disuelve el "cemento" que pega las liendres al cabello por lo que podemos despegarlas fácilmente con el peine "multipúas" o lendrera.

Estos dos pasos se deberán repetir a la semana y para que no vuelvan lavad siempre a más de 50 grados toda la ropa que haya entrado en contacto con el niño, es decir, sábanas, toallas, gorras, peines y objetos que puedan compartir.

Y siempre estad atentos a las cabecitas de todos cuando hay:
- Rascado de cabeza por picor, debido a la saliva que emite el bichito al chupar la sangre
- Lesiones en cuero cabelludo por el rascado, en la nuca y detrás de las orejas, que es donde prefieren estar
- Sensación de cosquilleo en la cabeza...¡¡¡el piojo se mueve!!!!

Una última anotación, hay veces que la infestación es repetida y no queda más remedio que recurrir a antibióticos que matan las bacterias del intestino del parásito y no pueden digerir la sangre que chupan, pero eso sólo lo debe decidir el médico porque siempre se tiende a realizar un mal uso de los medicamentos.















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