martes, 8 de octubre de 2013

EL CHUPETE

¿Qué es lo primero que se nos pasa por la cabeza cuando nace nuestro hijo y llora? El chupete, e inmediatamente la duda de si es bueno o no dárselo.
El chupete es tema de conversación desde hace muchísimos años, objeto de discusión y controversias y un silenciador estupendo del llanto inconsolable del niño.

Este objeto tan preciado para ellos puede convertirse en una auténtica pesadilla para nosotros, se ha apoderado de nuestra vida, nos controla nuestros actos y hasta cambia nuestro humor, en el momento que tienen contacto con él se hacen automáticamente dependientes, porque si antes llevabas siempre las llaves de casa como preferencia inolvidable en el bolso, el chupete le ha quitado ese protagonismo. Ni se os ocurra salir sin él porque en el momento en que explote a llorar, tendrás que recurrir a él y como no se lo pongas inmediatamente, llevarás esa musiquita celestial de paseo todo el tiempo que estés fuera hasta que llegues a casa, si antes no se ha dormido de puro agotamiento.
Eso cuando son bebés, pero esta dependencia va creciendo y va queriendo más y más de tí, con lo que conforme ellos crecen y tienen más control sobre él, no sólo lo piden: "teteeeeeeeeeee" (y pierdes la cabeza por encontrarlo lo más rápidamente posible dejando todo los quehaceres de ese día a medio) sino que te lo exigen o incluso se levantan a buscarlo, se ha convertido uno de los más preciados tesoros de tu bebé. Más adelante no se conforman con uno, si tienen dos o tres mejor (culpa tuya por dejarle esta variedad en la cuna por si se despierta y no lo encuentra) y cuidado con perderlos, tienes que tener siempre alguno de repuesto porque si por alguna puñetera casualidad se te han perdido TODOS....ya te ves en la farmacia de guardia a las cuatro de la madrugada, con un frío y un sueño insoportable para encontrar el dichoso chupete.

Y es que el chupete además de calmar el llanto del bebé, le ayuda a conciliar el sueño, reduce el estrés y el dolor e incluso se ha comprobado que reduce el riesgo de muerte súbita. ¡¡¡Tranquilidad mamás !!! todos nuestros actos y desproporcionados comportamientos están totalmente justificados.
Pero es que hay más: por si fuera poco, se ha descubierto que, si se cae el chupete al suelo y no tienes nada en ese momento para lavarlo, el chuparlo tú protege a tu hijo del asma, eccemas y reacciones alérgicas. Si, si, no te sorprendas!!! según un estudio publicado en la revista Pediatrics, lo microorganismos de nuestra saliva hacen que se refuerce el sistema inmunitario de nuestros pequeños!! Pero claro, siempre hay excepciones, como obviamente ocurre cuando los padres no tienen una higiene bucal correcta, padecen algún catarro o son fumadores.

Así que esto son todo pros, pero...y los contras? Pues son varios: reduce el tiempo de lactancia materna, aumenta el riesgo de otitis medias, está más relacionado con problemas dentales y riego de accidentes...pero esto es como todo...los beneficios a su justa medida. La AAP (Academia Americana de Pediatría) recomienda que en los bebés alimentados al pecho, se postponga hasta el primer mes de vida y para evitar problemas dentales se aconseja retirarlo al año...¿Al año? otro problema...¿cómo se lo quitamos ahora? Complicado ¿eh? con toda su historia y ahora tenemos que quitárselo...una opción es retirárselo poco a poco, es decir, dejárselo durante la noche y cuando llore hasta que se lo quitemos definitivamente, que no es nada fácil porque siempre lo reclamarán. Le podemos decir que se ha perdido, que se lo ha llevado el lobo o que eso es de pequeños y que como él es muy mayor ya no lo necesita...unos se conforman, otros seguirán reclamándolo, pero mi experiencia, si os sirve, es quitárselo de golpe y fin de la historia, se termina con una dependencia que sirvió para su momento pero que a partir de cierta edad, es perjudicial su uso exagerado porque hace que se eleve el paladar y se deforme el arco dental.

En definitiva: si te lo pide, dáselo pero asume después su dependecia, si no lo necesita, no se lo des y punto.

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