Según un estudio publicado en la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine LOS BEBÉS Y NIÑOS DE 5 AÑOS QUE DUERMEN MENOS DE 10 HORAS POR LA NOCHE SON PROPENSOS A SER OBESOS POSTERIORMENTE.
El dormir poco es un factor de riesgo de obesidad en el futuro y las siestas no son la solución para contrarrestar la falta de sueño porque el sueño nocturno y el diurno no cumplen la misma función.
El sueño durante la siesta ayuda a disminuir el estrés e incrementa el estado de alerta para aprender cosas, mientras que el sueño durante la noche es fundamentalmente restaurador, tanto a nivel biológico como psicológico.
¿Por qué está relacionado la falta de sueño con la obesidad? Pues hay diversas teorías:
- cuanto más despierto está el niño más hambre tendrá.
- cuanto menos descanso, menos ganas de hacer ejercicio.
Por tanto según este estudio para que un bebé o un niño pueda dormir bien hace falta una rutina del sueño, acostarse siempre a la misma hora, con un ambiente propicio y relajado y nunca tener ningún factor estresante cuando se aproxime la hora de ir a dormir.
06-06-2013
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