La muerte súbita del lactante es una entidad que se refiere a la muerte súbita de un bebé menor de un año sin causa explicable, al diagnóstico de este síndrome se llega por exclusión y parece ser que tiene diferentes causas que no se pueden modificar como el bajo peso al nacer y el haber tenido un hermano fallecido previamente por este síndrome, pero también hay distintos factores que lo favorecen o aumentan el riesgo de padecerlo en los que sí podemos intervenir.
Entre estos factores enumeraré algunos:
1- Lactancia materna: se ha demostrado que la lactancia materna es beneficiosa durante los seis primeros meses, meses durante los cuales es cuando se producen la mayor parte de las muertes súbitas.
2- Cohabitación: dormir en la cuna cerca de los padres disminuye un 50% el riesgo de muerte súbita ya que se eliminaría el riesgo de estrangulamiento, sofocación o atrapamiento que ocurre cuando el bebé duerme en la cama de los padres. En caso de que la mamá de pecho, se recomienda lactancia materna en colecho devolviendo al niño después a su cuna.

4- Uso del chupete: se ha demostrado que durante el sueño, usar el chupete tiene efecto protector, por eso se recomienda su uso para dormir durante el primer año de vida.
5- Vacunación: parece disminuir el SMSL
6- Ambiente para dormir: se ha visto que las superficies duras libres de estorbos en la cama protegen al bebé de esta entidad, hay que prescindir de accesorios en la cuna que molesten al bebé como cojines, mantas y objetos blandos ya que aumentan hasta 5 veces el riesgo de SMSL. El arropamiento excesivo y el calentamiento sobre todo en la cabeza también lo aumentan.
7- Alcohol y tabaco: se debe evitar el consumo de alcohol y drogas peri y postnatal. Se ha demostrado que el SMSL es tres veces mayor en madres fumadoras.

Acostar al bebé SIEMPRE boca arriba en su cuna, al lado de la cama de los papás, en un colchón firme sin almohada, dejando los bracitos fuera de la ropa de cama, evitando accesorios que estorben en la cuna, manteniendo una temperatura adecuada en la habitación, entre 20 y 22 grados y sin abrigo excesivo, asegurándose de que su cabecita esté descubierta y NUNCA, NUNCA, NUNCA fumar en su habitación ni en ninguna otra habitación de la casa.
Con todas estas simples medidas tenemos asegurado el bienestar y la salud de nuestro bebé.
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